El Amado Hércules y la Santa Amazona dentro del Corazón del Templo, han estado construyendo sobre la Llama de la Fe, basándose en la Fuerza que es suya como Constructores Herculeanos. Hemos cerrado las otras puertas para que la puerta central, que es de cuarenta pies de altura; esté abierta; y hemos hecho arreglos para la procesión encabezada por el Amado Gautama y el nuevo Buddha (su amigo el señor Maitreya) seguido por los amados Jesús y Kuthumi como los nuevos Instructores Mundiales. Nuestro Amado MaháChohán y Sus Siete Chohanes. Detrás de Ellos caminan Sus chelas, luego los Grandes Seres que representan los Elementos – a quienes ustedes, gente de la Tierra, tánto deben. Si estuvieran conscientes de la fuerza en la Mano de Neptuno, y de la vigilancia con la cual Él sostiene esos mares, estarían de rodillas ante ese Ser. También tenemos los representantes de los Elementos y detrás de Ellos, a los Elementales. Algunos de los pequeños Elementales que He contactado desde el quince del mes, los encontré llorosos. Estaban afligidos y habían perdido se Fe debido a que habían hecho alguna pequeña flor o vegetal que la sequía de la Tierra había secado totalmente; su cosecha no resultó buena, y Ellos estaban justamente sentándose sobre las pequeñas hojas de grama, llorando. Fui a donde estaban y les pregunté cuál era el problema, y Ellos dijeron: “Es que teníamos una cosecha tan hermosa para la Tierra, y con la sequía nuestra cosecha no maduró... ¡y hemos regresado aquí porque necesitamos Fe!”. Así que los llevé al Templo (puedo llevar quizás a cincuenta en un brazo) y les hablé durante un ratito. Ellos son compañeros pequeños muy alegres, ¿saben?, y en pocos momentos se animaron de nuevo y todos volaron alrededor del Templo, regresando luego a su propio Templo de Luz para esperar reasignaciones.
Ustedes no tienen un concepto de cuán perturbados pueden estar los Elementales cuando se les envía a una tarea y las condiciones de la Tierra son tales que no pueden cumplirla – trátese meramente de confeccionar una habichuela, una mazorca de maíz o una flor. Es el hermoso Espíritu de Otoño quién pinta las hojas sobre sus árboles con colores radiantes, y esos Seres se sienten desilusionados cuando la atmósfera de la Tierra es tal que no pueden llevar cabo esa magnífica exhibición que tratan de hacer por la belleza de la Vida. Todos vienen tan perturbados como fatigados vienen ustedes, así que vamos al Templo de Hércules y Amazona donde tratamos de encenderles otra vez con Entusiasmo y Ánimo en un esfuerzo por re- establecer sus agotadas energías. ¡Tal es nuestra oportunidad aquí esta noche! Vengo de último en la gran procesión porque es Mi entrenamiento como pastor velar porque todo el mundo esté adentro antes de hacer Mi entrada y de que la gran puerta sea cerrada. Hércules y Amazona están presidiendo por el momento, y como ahora es el momento de Nuestro Ejercicio de Respiración tendré que unirme a los Arcángeles. Por si acaso les interesa, estoy vistiendo de blanco de pies a cabeza esta noche – una túnica blanca sencilla con un cinturón de zafiros azules y ningún otro adorno. Tenía una hermosa capa azul eléctrico temprano en el día, pero la cantidad de entrevistas que tuve que atender fue tal, que en algún lugar a lo largo de la línea desapareció la capa – lo cual responde a la simplicidad de Mi atavío.
Vengan ahora, Mis amados, entren al Corazón del Templo de la Fe, y traten de generar un poco de Fe en el Dios que los hizo a ustedes; el Dios que los sostiene; el Dios que los ha alimentado; el Dios que los ha vestido; el Dios que los ha protegido dentro y fuera de la encarnación; que ha descorrido el velo de maya y permitido a los Seres Cósmicos y a los Maestros Ascendidos hablarles cara a cara. En el Nombre de Jesucristo Ascendido, tengan Fe en cuanto a que un Dios que es el mismísimo Amor los sostendrá en los días y años futuros, tal cual lo Ha hecho a través de eras pasadas. Buenas noches, y Dios los bendice.
El Libro del Arcángel Miguel
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